La Ludoteca como garante de derechos de niños, niñas y adolescentes.
- Red Colombiana de Ludotecas
- 13 ago 2018
- 8 Min. de lectura

La Convención sobre los Derechos del Niño de 1989, reconoce en el artículo 31 el derecho de los niños, las niñas y adolescentes al juego, el descanso y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes (Unicef, 1989). En este sentido, el juego adquiere la misma relevancia que otros derechos de la niñez, requiriendo de ciertas condiciones para su garantía en los diferentes ámbitos en los que se transcurre la vida de los niños, las niñas y adolescentes.
El Comité de los Derechos del Niño, instancia internacional responsable de monitorear el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño por parte los gobiernos, expone en la Observación General No. 17 de abril de 2013 la importancia del derecho al juego, la vida cultural y las artes.
Sobre la base de sus exámenes de la aplicación de los derechos del niño consagrados en la Convención, el Comité está preocupado por el escaso reconocimiento que los Estados otorgan a los derechos contenidos en el artículo 31. El limitado reconocimiento de la importancia de esos derechos en la vida de los niños se traduce en la ausencia de inversiones en disposiciones adecuadas, una legislación protectora débil o inexistente y la invisibilidad de los niños en la planificación a nivel nacional y local. En general, cuando hay inversión, esta se destina a establecer actividades estructuradas y organizadas, pero tan importante como ello es crear un tiempo y un espacio en que los niños puedan dedicarse al juego, la recreación y la creatividad espontáneos, y promover actitudes sociales que apoyen y fomenten esa actividad. (Unicef, 2013, pág. 329).
De igual modo frente a la importancia del articulo 31 en la vida de los niños, las niñas y adolescentes, el Comité de los Derechos del Niño indica que el juego debe entenderse en forma holística con los demás derechos, puesto que los refuerza y cuando se lleva la práctica, enriquece la vida de los niños, las niñas y adolescentes; “de hecho los entornos en que los niños juegan y las posibilidades recreativas que se les ofrecen establecen las condiciones para la creatividad; las oportunidades de competir en juegos iniciados por ellos mismos potencian la motivación, la actividad física y el desarrollo de aptitudes” (Unicef, 2013, pág. 330).
Al mismo tiempo, el Comité (Unicef, 2013) plantea la importancia de crear un contexto para el ejercicio del derecho al juego, puesto que si bien los niños, las niñas y adolescentes juegan espontáneamente, es preciso asegurar ciertas condiciones que determinan un entorno óptimo.
La importancia de contar con tiempo y con un espacio accesible para jugar, sin control ni gestión de los adultos; Contar con espacio y oportunidades para jugar al aire libre, no acompañados, en un entorno físico diverso y estimulante y con fácil acceso a adultos que lo ayuden, cuando sea necesario; Tener oportunidades de invertir en su propio espacio y tiempo para crear y transformar su mundo, usando su imaginación y su lenguaje; Tener oportunidades de participar con otros niños en juegos, deportes y otras actividades recreativas, apoyados, cuando sea necesario, por facilitadores o instructores cualificados (pág. 334).
En este sentido, los niños, las niñas y adolescentes requieren contar con espacios y condiciones para garantizar el derecho al juego, entre los que se encuentra la ludoteca. La Enciclopedia Catalana (1983) citando a María Borja define la ludoteca como “Instituciones recreativo-culturales especialmente pensadas para desarrollar la personalidad del niño principalmente a través del juego y el juguete. Con este objetivo, posibilitan el juego infantil con la oferta tanto de los materiales necesarios (juguetes, espacios de juego abiertos y cerrados) como de las orientaciones, ayudas y compañía que necesiten para jugar” (Borja, 1997).
La Asociación de Ludotecarias y Ludotecarios de Cataluña (2007) define la ludoteca como un equipamiento dirigido por un equipo estable de profesionales, los ludotecarios, con un proyecto específico a través del juego y el juguete. La Ludoteca cuenta con un fondo lúdico significativo, tiene voluntad de servicio público y utiliza el juguete como una de las principales herramientas de intervención educativa, social y cultural.
En el Decreto No. 94 de 2009, el Departament de Governació de la Generalitat de Catalunya (2009) define la ludoteca como: los centros, equipamientos o espacios delimitados que tienen una finalidad lúdica, socioeducativa, cívica, cultural e inclusiva que elaboran y llevan a cabo un proyecto socioeducativo, y que tienen como objetivo principal garantizar el derecho del niño y del joven menor de edad al juego, colaborando así en el desarrollo integral de la persona, por lo que están dotados de un fondo organizado de juegos, juguetes y otros elementos lúdicos.
En este marco, el lineamiento de ludotecas las define como un ambiente de juego digno, incluyente y seguro donde los niños, las niñas y adolescentes generan encuentros consigo mismo, con los otros y con el entorno, para el ejercicio de sus derechos, la construcción de vínculos afectivos y el desarrollo de habilidades para la vida.
Los entornos se conciben como escenarios sociales, físicos y culturales en los que se desarrollan e interactúan los seres humanos, ofreciendo condiciones para favorecer el desarrollo integral y el pleno ejercicio de derechos. Los entornos favorecen el desarrollo de los niños, las niñas y adolescentes, puesto que promueven y garantizan la protección integral de sus derechos porque promueven y cuidan su integridad física, emocional y social; generan tranquilidad y confianza en niñas y niños; son sensibles ante sus intereses, inquietudes y capacidades; potencian su desarrollo, entre otros. (Ministerio de salud y protección social, 2013).
Al respecto, la Estrategia “De Cero a Siempre” ha construido cuatro entornos a saber: hogar, salud, educativo y público o comunitario; en este último entre otros escenarios se ubican las ludotecas que contribuyen en la construcción de la identidad y sentido de pertenencia de las niñas niños y adolescentes, al ejercicio ciudadano, a la formación democrática, al desarrollo de la creatividad y a la socialización, por la diversidad de estímulos y ambientes que proporciona ( (ICBF, 2014, pág. 17).
Por tanto, la ludoteca como ambiente y un entorno protector de los niños, las niñas y adolescentes, promueve el juego como derecho en interdependencia con los demás derechos, fundamentado en el principio de la protección integral y del interés superior de la infancia, favoreciendo el desarrollo infantil. Asimismo, en la ludoteca los niños, las niñas y adolescentes son seres lúdicos, activos, propositivos, que juegan, comparten con sus pares, se expresan en un acto de libre voluntad caracterizado por el goce; eligen con autonomía los juegos, conocen sus límites y se autorregulan; se reconocen como sujetos de derechos y protagonistas de su propio aprendizaje y desarrollo.
De la misma forma la ludoteca promueve las habilidades para la vida, puesto que el juego en este entorno protector permite el autoconocimiento, la empatía, la comunicación efectiva o asertiva, favorece las relaciones interpersonales, la toma de decisiones, la solución de problemas y conflictos, el pensamiento creativo, el pensamiento crítico, el manejo de emociones y sentimientos y el manejo de la tensión y el estrés.
El 90% de ludotecarias, ludotecarios y/o ludoeducadores consideraron que la definición de ludoteca recoge lo que ocurre en este espacio; el 10% restante manifestó que era importante incluir aspectos relacionados con la infraestructura, la presencia en zonas vulnerables y su papel como escenario de formación ciudadana, convivencia y de participación para los niños, las niñas y adolescentes.
Al mismo tiempo, a la ludoteca se le reconocen funciones educativas, culturales y sociales, como las propuestas en el IV Congreso de Ludotecas celebrado en Valencia.
Función recreativa: la ludoteca es un espacio de juego, y como tal ha de ofrecer diversión, ser atractivo y hacer disfrutar a sus usuarios.
Función educativa: el juego, es un mecanismo de aprendizaje innato, la misión de la ludoteca es aprovechar este impulso natural para orientarlo a un desarrollo integral y positivo de la persona.
Función socio económica: actualmente, muy pocas personas pueden permitirse a nivel particular el uso de las posibilidades de juego que ofrece una ludoteca, y no tan solo a nivel material, sino también de espacios y compañeros de juego que la ludoteca posibilita.
Función comunitaria: la ludoteca han de emerger como puntos de información sobre el fenómeno lúdico, fuente de recursos para otros colectivos, y han de formar parte del entorno comunitario en el que se encuentran ubicados para desarrollar su papel educativo. (De Peralta, 1995)
De acuerdo con lo anterior, en Colombia el presente lineamiento identifica como funciones de la ludoteca las siguientes:
Lúdico recreativa: promueve el juego como actividad inherente al ser humano, buscando el disfrute y placer de jugar por jugar.
Formativa: promueve procesos de transformación personal y colectiva que favorecen el mejoramiento de las relaciones personales familiares y sociales.
Pedagógica contextualizada: genera procesos de aprendizaje de acuerdo con las necesidades e intereses de los niños, las niñas y adolescentes, teniendo en cuenta el contexto social, cultural y político en el que se desarrollen.
Social comunitaria: aporta en la socialización y participación individual y colectiva de los niños, las niñas y adolescentes. Promueve la movilización comunitaria.
Cultural: contribuye con el reconocimiento de sí mismo, del otro y de los otros en un contexto diverso.
Preventiva: se pueden identificar situaciones de riesgo para los niños, las niñas y adolescentes y activar rutas para prevención o garantía frente a posible vulneración de derechos.
Promoción de derechos: identifica si un derecho de los niños, las niñas y adolescentes está siendo vulnerado. Moviliza el reconocimiento de los derechos con toda la comunidad.
Ambiental: reconoce del entorno y las relaciones ecos sociales que promueven buenas prácticas con el ambiente y la vida para las futuras generaciones.
Equidad: promoviendo el respeto, la igualdad de acceso a la educación, trabajo, y la condena y eliminación de la violencia basada en el género.
Con respecto a estas funciones de la ludoteca, ludotecarias, ludotecarios y/o ludoeducadores valoraron positivamente las propuestas y seleccionaron las que consideraron cumplen actualmente en la ludoteca, ubicando en primer lugar la pedagógica, seguida de la social comunitaria, la formativa y la promoción de derechos.
En resumen, las ludotecas tienen sentido e intencionalidad pedagógica con una clara orientación a la formación y a la participación de los niños, las niñas, adolescentes; con un gran potencial en la construcción de relaciones comunitarias y de convivencia.
Fotografía 1. Consulta niños y niñas Ludoteca Cayetano Cañizares, Bogotá DC.
Cuando preguntamos a los niños y las niñas en primera infancia por la ludoteca la identifican como un espacio con muchos juguetes, con el juego, lugar grande para jugar mucho, en el que les gusta jugar con carros, los cuentos, los caballos, pintar, compartir y jugar con las muñecas. Otorgándole así significados diversos, dados por el disfrute y la realización de múltiples propuestas.
Los niños y las niñas de 7 a 11 años indicaron en un 41% que lo que más les gusta de la ludoteca es que juegan mucho, seguido del buen trato que reciben las personas en un 37% y que tienen amigos en un 22%. Es decir, que se valida la importancia del juego, el respeto, el reconocimiento y el establecimiento de vínculos afectivos y relaciones sociales en la ludoteca, más allá de los juguetes disponibles, denotándola como un ambiente para interactuar y favorecer las habilidades socioemocionales.

Fotografía 2. Consulta niños y niñas Ludoteca Naves “Cafeteritos” Chinchiná – Caldas.
Las y los adolescentes y jóvenes de 12 a 17 años manifestaron en su mayoría, 57%, que la ludoteca es un espacio para aprender, lo que lleva a considerar que les ofrecen alternativas diferentes que complementan sus procesos de aprendizaje. Además, el jugar con el 22% y el hacer nuevos amigos con el 9%, indican que en este ambiente se propicia la interacción, la convivencia y el fomento de habilidades en esta franja poblacional.
Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes consultados asisten con frecuencias distintas a la ludoteca, puede ser semanal, mensual o semestral; asimismo el tiempo varía entre días, meses y años de asistir constantemente; lo que indica que este ambiente se adapta y es significativo para distintas poblaciones, atendido sus intereses y necesidades.
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